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Vuelt’el Perro en Santiago – Jorge Pérez Parra September 4, 2017

Posted by roberto in Clásicas cicloturistas, Salidas en Santiago.
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La “Vuelta del Perro” es en mi humilde opinión una de las clásicas salidas ciclistas más completas de los alrededores de la Región Metropolitana. Combina llanos y dos cuestas en una vuelta circular que da un cambio de aire en su paso por el valle de María Pinto, que a veces está brumoso dando un toque costero a la salida.

Desde Plaza Italia eran como 100 km justos con las cuestas Barriga cara oriente (5 kms) y Lo Prado R.68 (6 kms).

Cuando la hacíamos años atrás con los amigos de Canadela íbamos por Camino Melipilla, Padre Hurtado, Cuesta Barriga, Los Panguiles, cuesta Lo Prado (Ruta 68) y al llegar al túnel llamábamos por el citófono del mismo al camión de la concesionaria, que siempre tenía un moderno doble cabina con un amable chofer que te pasaba gratis al otro lado (igual siempre le dábamos unas monedas). Hay que tener claro que no se puede pedalear por dentro del túnel.

Todo era pedalear y cantar, hasta que un día que salí solo me quedé pegado al citófono unos 40 minutos y el camión no llegó. Desesperado y dado que no podía devolverme a Los Panguiles y hacer Barriga (o sea devolverme todo el trayecto) me puse a hacer dedo y una camioneta nos llevó a mi y mi fiel compañera de carbono.

Cuando bajé al otro lado del túnel, el del peaje, pasé a la oficina de la concesionaria a reclamar: “me aburrí de esperarlos y crucé pedaleando !!” y el funcionario me la tiró de vuelta: “mentira, hiciste dedo, te vimos por las cámaras. ya no podemos cruzar más ciclistas, órdenes de arriba”.

Les prometo que me vine deprimido por la Ruta 68, era mi última Vuelta al Perro, dado que la única alternativa era la cuesta Lo Prado, de ripio, no apta para ruteras … aún.

Tuvieron que pasar unos años para que la buena noticia llegara: cuesta Lo Prado asfaltada completa, Vuelta al Perro de regreso, pero recargada, pues ahora hay que subir otra cuesta más en vez de pasar por el túnel, mucho mejor !

Con mi amigo Roberto organizamos una salida dominguera para conocerla, nos juntamos en Alameda con Las Rejas y enfilamos por Ruta 68 hasta el segundo paso a nivel después de Ciudad de los Valles. En este paso se cruza hacia un camino paralelo a la autopista y tras unos minutos empieza lo entretenido. La cuesta Lo Prado en su cara oriente está asfaltada hace años ya, tiene unos 6 kms con una dificultad equivalente a hacer el cerro San Cristobal, muchas curvas que la hacen amena de subir. Generalmente su último kilómetro tiene viento de frente.

Al coronar recibes de premio una espectacular vista al valle de María Pinto (si es que no hay bruma). El inicio del descenso recuerda a las curvas de Farellones, en zig zag, pero con la calzada más ancha. El asfalto de buena calidad que tras 5 kms de curvas y curvas termina en una recta con un falso plano de unos 5 kms más, que diría que equivale a otra cuesta camuflada.

El entorno es sólo de campo con una que otra casa y (aún) encontrar un auto es algo poco común. La tranquilidad del lugar es el segundo premio.

El camino nuevo se une con el de Los Panguiles y se pueden elegir 3 destinos: Ruta 68, Maria Pinto o Cuesta Barriga que es el que hoy nos interesa.

El valle de Maria Pinto aún conserva su aspecto de campo intacto, sin ser invadido por proyectos inmobiliarios con sus condominios y strip centers de los que los ciclistas no somos muy amigos la verdad.

Tras pedalear unos kilómetros hacia el sur llegamos al segundo plato de fondo: la cuesta barriga por su lado largo tiene 9 kms de curvas y viento, calurosa casi todo el año, pues cuando uno la sube ya el sol está arriba y calienta las laderas. En mis años mozos era capaz de subirla con 42-17 pero 25 años después me daría un infarto con ese desarrollo así que llevo un 39-27 más acorde a mi realidad. Roberto nota que vengo mal así que en el kilometro 7 aprovecha y me pega un palo que preferí no responder para poder llegar a la casa, muchos kilómetros por delante, y quizás igual no le iba a poder responder el palo.

El descenso por la cara oriente de Barriga es muy agradable en su mitad superior, pero la inferior aún tiene unos saltitos molestosos de uniones de alquitrán en las placas de hormigón del camino.

Luego de hacer el llano hacia Padre Hurtado hicimos una parada en la picada de una señora que tiene un horno de barro y puedes pedir empanadas, sandwiches, huevos duros, pasteles, en fin, no pasarás hambre por pocas lucas y bien atendido. Queda justo después del paso a nivel de la Autopista El Sol.

La vuelta a casa la hicimos por Camino a Melipilla, a pesar que tiene tráfico no es tan terrible dado que tiene una nueva tercera pista y la velocidad vehicular limitada a 60 kms, aunque como imaginarán no faltan los Toretto que le ponen chala cerca de las bicis. Otra cosa buena es que tienes viento a favor lo que ayuda a que no sea tan penoso el regreso si es que las cuestas se te atragantaron.

Finalmente llegamos a casa y en mi caso con 114 felices kilómetros y las ganas de repetirla pronto.

Ruteo: Anillo Chicauma 20140518 May 18, 2014

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Después de un largo receso volvemos a reportear un ruteo de grupo. Hoy realizamos una clásica muy querida: Anillo Chicauma.

Salgo de casa a eso de las 08:20, llego al punto de encuentro a buena hora y para grata sorpresa ya estabn mis compañeros reunidos y preparando la salida. Fuimos nueve pedaleros que recorrimos en grupo poco más de 90 km.

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Lorenzo y Alejandro

Si bien no sufrimos ningún percance ciclista, debo expresar la rabia que siento por un energúmeno a bordo de una camioneta que nos adelantó imprudentemente en el camino a Batuco, pasó tan cerca del grupo que con el espejo del copiloto tocó a Lorenzo, quien pudo controlar la bicicleta y no sufrió una caída. Pero ¡Qué cerca estuvimos de lamentar algo peor!.

Lo bueno: a pesar del dolor dolor y del susto, a los pocos kilómetros ya estábamos ruteando olvidado el incidente, lo malo: ¡Qué triste debe ser la vida de quienes viven alredededor de ese engendro!, cómo debe desahogar su amargura con sus mascotas o sus hijos… Solo es cosa de tiempo para que cause algún daño verdadero, si es que no lo ha hecho ya.

Lección para nosotros: ruteo de uno en fondo en caminos transitados.

Por otro lado, como ha sido la tónica de las últimas salidas, muy puntuales salíamos del PdE esta mañana, una mañana fría. Enfrentábamos los primeros kilómetros abrigados y animados, la clásica la hacíamos en sentido horario, desde Lampa hacia Til Til.

Eduardo, Cata y Humberto

Eduardo, Cata y Humberto

El primer tramo, PdE-Ruta 5, a ritmo muy relajado: 26 km/hr y en cosa de media hora ya estábamos en la Ruta 5. Luego subimos el promedio a 29 km/hr en los pocos kilómetros que nos separan de la entrada a Batuco.

Los primeros kilómetros hacia Batuco, también muy tranquilos hasta que Eduardo decide apretar un poquito y subimos a poco más de 27 km/hr. Ya en Lampa, nos tocaban la mitad final del ruteo, el siempre desgastante camino Chicauma: 15 km a 26,4 km/hr, y luego hacia Ruta 5: 10 km a 27,9 km/hr.

El tramo final de la Ruta 5, también con brío: 29,3 km/hr. Nada mal.

Un buen ruteo, en el que un ánimo de compañerismo abrigó la jornada.

Gabriel y Alejandro

Gabriel y Alejandro

Ruteo: Cuesta Chada 20131229 December 29, 2013

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IMAG0133En la cima de Cuesta Chada

Diez pedaleros nos reunimos para el ruteo de este último domingo del año.

Una clásica recientemente incorporada al calendario: Cuesta Chada.

Temprano nos reunimos en el Punto de Encuentro, ubicado en Nos, y pocos minutos después de las 09:00 enfilábamos hacia el sur.

Tomamos Autopista del Maipo, aún se permiten ciclistas por esta autopista, poco tráfico y buena berma, el falso plano en bajada nos permite un ruteo rápido, promedio 32 km/hr, por lo que en 45 minutos ya estábamos en el cruce Champa, donde tomábamos hacia Chada, unos 8 km de falso plano en subida comienza a comer las piernas.

Sin embargo; debo destacar que este es un camino rural de un entorno agrícola muy hermoso y agradable, pese a que el inicio del verano se deja caer con fuerza y la temperatura ya superaba los 30°C el pedaleo se hace sostenible. La inercia del grupo y el entorno te dan energías suplementarias.

Llegamos al Camino Los Morros, que conduce a la cuesta, en mi caso es primera vez que subo y quedé gratamente sorprendido, con unos 400 metros de desnivel y unos 5 km de longitud (olvidé registrar los datos exactos) el camino se desliza por la orilla del cerro con una vista espectacular del valle, aunque el camino es muy angosto el tráfico es escaso y se sube sin problemas, la pendiente es muy parecida a Cuesta Lo Prado.

En la cima nos encontramos con otro grupo de amigos, compartimos, tomamos fotos e iniciamos el regreso, una bajada de cuidado nos esperaba, pues la pista estaba con varios hoyos que te sorprendían en las curvas.

Luego, al regreso el Camino Los Morros, falso plano en el que hay que afirmarse muy bien para no descolgarse, registro 30 km/hr de promedio.

Para el grupo, un recorrido de 84 km, 27 km/hr de promedio (que considera la subida a la cuesta) y 03:14 horas de pedaleo efectivo.

En el regreso, Eduardo nos sorprende con un Pan de Pascua y el espíritu de Navidad también se hace presente en el grupo.

Con esta última crónica del año, me despido deseándoles paz y felicidad y esperando que sigamos haciendo muchos kilómetros en el 2014.

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Ruteo Rungue – 20131201 December 1, 2013

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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José, Alejandro, Catalina, Gabriel, Eduardo y Manuel

Amigas y amigos, desafiando la alta temperatura y el terrorífico índice de radiación UV, nos juntamos siete pedaleros a realizar una ruta nueva; una combinación de rutas previas y un pedacito de camino recientemente asfaltado.

Ha sido bautizada como Clásica Rungue: 89 km con mucho falso plano, y rampas desgastadoras.

Salgo de casa temprano para recorrer con tiempo los 21 km que me separan del punto de encuentro, llegando a las 08:35… reflautas, soy el primero en llegar y probablemente me toque una larga espera. Apenas estoy preparándome para iniciar la espera cuando llegan Eduardo y Gabriel D., mientras estacionan el auto llega Manuel, gran domingo, se suman a los minutos Alejandro y Catalina y finalmente llega José.

Apenas algunos minutos después de las 09:00 ya salíamos a la ruta, aún desconociendo el recorrido total que tomaría esta nueva clásica.

Como PdE fijamos la estación de servicio Shell, ubicada en el km 21 de la Ruta 5 Norte. Amplio estacionamiento, el típico almacén, y la relativa seguridad que te puede brindar un lugar frecuentado.

El pronóstico del tiempo anunciaba un día caluroso, pero la mañana se presentaba agradablemente fresca.

Las primeras etapas son conocidas: desde el PdE nos dirigimos hacia Lampa, poco más de 15 km por un camino con sectores en mal estado, y que se encuentra en mantención, el tráfico escaso y el rodar tranquilo.

Llegamos al Camino Chicauma, otros 15 km, un camino en buen estado, tráfico caso nulo, pero las frecuentes rampas y el calor aumentando desgastan.

Salimos hacia el camino a Til Til, acá el trafico aumenta en forma notoria, afortunadamente el tramo es más breve; 10 km.

Cuando llegamos al pueblo, lo cruzamos hacia Cuesta La Dormida y seguimos por el camino a Caleu y Rungue, asfaltado hace menos de un año. Esta es la parte nueva de la ruta.

El camino bordea un cerro y tiene una vista hacia una amplia quebrada que es cruzada por un pequeño río, en esta época el paisaje es árido, pero a inicios de la primavera es un vergel.

Hay que tener cuidado con un par de puentes de madera, sobretodo con uno que aparece tras una curva en bajada, en el km 4,5 de la ruta, te pilla con velocidad y puede ocasionar un accidente.

Seguimos por rampas y sus bajadas cubriendo los 8 km de extensión, la temperatura ya se ha empinado por sobre los 30°C pero nos acompaña una brisa de cola que nos refresca lo suficiente.

En esta zona ruteamos agrupados, conversando e intercambiando chistes, hasta que llegamos al desvío que lleva, por un lado a Caleu y por el otro a Rungue, tomamos el segundo, el camino y su paisaje no sufren grandes cambios y aprovechamos de tomar algunas fotos en el Tranque Rungue, donde además hacemos la parada de avituallamiento.

Bastante breve resulta ser esta etapa, también nueva, apenas 4 km para llegar al km 54 de la Ruta 5 Norte, punto desde donde regresamos al PdE.

Nos tocaba deshacer 34 km, la agradable brisa que nos acompañó en la ida, se volvía en contra nuestra al regreso. Cansadora y desgastadora sí. Pero se le agradece espantar el calor.

Luego de bajar Cuesta La Trampilla, se adelantan Gabriel, José y Alejandro. Atrás quedamos Catalina, Eduardo, Manuel y quien escribe.

Seguimos los cuatro, en su mayor parte en fila de uno, liderada por Manuel, y en una hora diez minutos completábamos la última etapa, 28,7 km/hr registro como velocidad promedio, buen número, aun considerando las bajadas de La Trampilla y El Manzano. De hecho, regresando a casa, los últimos 21 km, el promedio de velocidad baja drásticamente: 22,1 km/hr.

Como escribía previamente, un buen ruteo: 89 km, en 03:15 horas, promediando 25,1 km/hr.

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Camino a Rungue

Farellones – Desafío Trek 2013 November 24, 2013

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Ciclista: Es una mierda… esta carrera, es un montón de mierda… estás sufriendo como un animal, no tienes tiempo para mear y te lo haces encima… vas pedaleando sobre el barro, resbalando, y… es una mierda… debes limpiarte si no quieres perder la cabeza…

Periodista: ¿Volverás a correrla alguna vez?

Ciclista: Desde luego, ¡es la carrera más bonita del mundo!

El diálogo anterior se produjo en 1985, al finalizar la Paris-Roubaix, el ciclista era Theo de Rooy y el periodista John Tesh de la CBS.

Es la forma en que se me ocurrió iniciar la crónica de hoy relatando mi ascenso a Farellones junto a los más de 3.800 competidores que se inscribieron en el Desafío Trek. En lo personal calculo en más de 5.000 ciclistas subiendo a este centro invernal capitalino, una verdadera fiesta para el ciclismo y que año tras año cobra mayor realce y mayor participación.

Se recorre una distancia de 32 km con un desnivel de 2.800 metros app. existiendo sectores en los que la pendiente se empina al 10%, afortunadamente breves, y otros en los que la pendiente no cede el 7%, y que son más largos.

En varios momentos el gusanito empieza a susurrar que es mejor regresar, para qué seguir, para qué seguir sufriendo y desgastándose, pero la conciencia ciclista contesta que renunciar es un fracaso…

No hay que llegar primero, pero hay saber llegar, te canta Vicente Fernández, y entonces sigues, bajas el ritmo, te paras en los pedales, cuentas las pedaleadas, una, dos, tres.. cincuenta; listo, avancé otros docientos metros, me siento en el sillín justo cuando la pendiente se empina y debo pararme nuevamente.

La competencia se iniciaba a las 09:30, y como yo no participaba de ella, tomé algunas fotos en el lugar de partida e inicié el ascenso alrededor de las 09:10, los primeros 5 km, una delicia, me sentía muy bien y ya había adelantado a muchos ciclistas que, como yo, se unían al ascenso acompañando la competencia.

Entonces, poco antes de llegar a Puente Ñilhue, me adelantan los punteros de la competencia. Ciclistas que tienen los pulmones y el corazón unidos por una cadena, doblan mi velocidad y en segundos ya pierdo de vista al primero… lo mismo el segundo… el tercero, y luego el pelotón, “a estos podría seguirlos”, pienso. Sin embargo; la subida tras el puente me aterriza a la realidad.

Esta subida es la primera rampa, te advierte que después vienen muchas más iguales, y todavía muchas más que son peores, y recién llevas 6 km de los 32.

Luego de la subida un falso plano en el que recuperas para llegar rápidamente a la segunda rampa, no tan empinada, pero más larga, 10 km llevas de recorrido y encuentras la primera zona de abastecimiento, agua mineral e isotónico. Los vasos deshechables simplemente se botan a la calle, ya otros se encargarán de limpiar, pero solo la calle; la ladera del cerro y el río recibirán el resto.

La Ermita, una zona con control de carabineros, estacionamiento y un par de negocios, tres señoras de cierta edad, probablemente de los negocios, avivando y animando con entusiasmo a los ciclistas. “Debería parar para mandar una foto por what’s up…” me demoro 200 metros en decidirme y ya es tarde, sigo adelante, justo en esa zona que te permite aumentar un poco la velocidad y disfrutar unos dos mil metros de ruteo rápido.

Ruteo que se acaba pronto, otra rampa que te lleva al Puente El Lilén y ya estás en el km 14 de la ruta, a tiro de piedra de la meta del primer “desafío”, llamado “desafío familiar”. Habría que felicitar al creativo que ideó este eufemismo, sin duda que sin él habrían menos inscripciones.

Pasas la zona de control, con su correspondiente punto de abatecimiento y el locutor anunciando los números de los que arriban. Junto a esta meta otra zona de abastecimiento, junto al agua y al isotónico, han agregado plátanos y naranjas. Buen detalle, ya que ambas frutas muestran un aumento en su precio en las últimas semanas y el imaginario ciclista las sitúa en primera preferencia cuando de alimentación en ruta se trata.

Inicio la zona de las curvas, virage, le llaman en Francia y horse shoe bends le llaman los amos del mundo. Son 40 curvas en total, obviamente solo como referencia ya que son de distinta longitud y no todas están numeradas, me imagino que porque son realmente muchas.

La señalética vial te informa las distancias a los distintos destinos: Farellones 16 km… 16.000 metros, no es tanto después de todo, y ni siquiera son las once de la mañana. Más aún; llegar a la curva 10 es coser y cantar, de ahí seguir hasta la 14 y aguantar el largo trecho que te lleva a la curva 15.

Como ya sientes cansancio, a esas alturas te preguntas si lo lograrás, ¿Por qué no?, si para eso te mentalizaste durante las últimas dos semanas y te preocupaste de hidratarte y nutrirte especialmente bien durante la última semana.

Pero es que cuando pones el 25 el cambio topa con los rayos, y debes bajar al 23, y casi todos los que te pasan van por lo menos con un 27… o sea que además de la nutrición y la hidratación hay que preocuparse de la mecánica. Pero hacerlo con un profesional y no con un set de videos de you tube.

En estas reflexiones estoy cuando me alcanza Felipe, un compañero de oficina también aficionado ciclista, se confiesa cansado, aunque después de conversar durante unas centenas de metros toma la delantera. Y yo que le había dicho que estaba bien y que no iba tan cansado.

Llego a la curva 15, me detengo para terminar mi primera caramagiola y cambiar de canastillo la segunda.

Ahora, a enfrentar 1.200 metros al 7%. Hacia la mitad del recorrido se observa un arbusto que marca el final de la rampa, esto es puro poder mental, el poder mental me ayuda a aguantar el 23, y me perdono no llevar la bicicleta a un buen mecánico, pura mente… chutas… se me descosió el guante derecho, pero justo ayer me compré sandalias para el verano… cómo voy a justificar ahora 20 lucas en un par de guantes nuevos… pero se descosieron mi amor, si tu los coses (y los coses bien por supuesto) no me compro otro par y sigo con estos un tiempo más.

Llego al arbusto, un par de pedaleadas más soportando al locutor que está en la meta del “desafío medio”. Hay dos posibilidades, se le agotó la reserva de imaginación al creativo que coloca los nombres o bien lo despidieron y contrataron un alumno en práctica.

Luego de esta rampa viene una bajada hasta el Puente El Manzanito, ¿Subo al 50 o mantengo el 34?, a quién quiero engañar, mejor mantengo el 34 y bajo tranquilo para enfrentar las curvas desde las 19 en adelante. Sí, leyeron bien: Curva 19, nunca he conocido las curvas 17 y 18.

Unos pocos metros de ripio debido a pavimento removido que hay que pasar con mucho cuidado, no vaya a ser cosa que pinche la cámara. Si pincho me devuelvo, no estamos en condiciones de desafiar al destino.

Comienzo nuevamente a subir, creánme que estos pocos kilómetros son realmente pesados, pregunténle a cualquiera de los cinco mil y se lo confirmará, pero concentrados, mentalizados, metro a metro se consigue, hacia la mitad una vista magnífica del final de la curva 16… hacia abajo, decenas de metros de ascenso en menos de 2 km.

Llego al falso plano antes de la curva 24, otra zona de abastecimiento y mucha más basura que en las anteriores, pero aquí el daño ambiental debe ser menor, la limpieza será más cuidadosa porque en esta zona existe un pequeño bosque ideal para hacer picnic, idealmente en otoño, leyendo con un mate o un buen café… un café, sí, eso es lo que me hace falta, pero cuando me refiero a café hablo de café en grano no ese sucedáneo que el marketing bautizó como “instantáneo”… ¡Cuidado!, otra zona de ripio, más extensa que la anterior, con gran desilusión la cruzo sin pinchar.

Enfrento la última zona de curvas, el pavimento está nuevo, ahora sí que llego, solo tengo que aguantar, voy muy bien en el tiempo, aún no es mediodía… ¿Desde qué lugar enviaré una foto por whats’up a mis amigos?, en la curva 40 o en la meta… depende, si ya es pasado el mediodía en la curva 40 y luego me devuelvo.

Pero ahora tengo una nueva inyección de motivación, después de haber sido pasado por innumerables ciclistas (otro eufemismo, esta vez mío, debería haber escrito “todos”), comienzo yo a adelantar… ah… qué exquisito, observo cómo otro rutero anima a su compañero: “Vamos Felipe… no te quedes Pipe…”.

Mala suerte Pipe, acá voy yo, lento pero seguro te doy alcance, te adelanto y demuestro que mi poder mental es mejor que tus ruedas de carbono… sigo pasando ciclistas, la mayor parte en MTB otros caminando, uno vomitando afirmado en una señal caminera, y yo sigo.

Llego a la curva 40, faltan pocos minutos para el mediodía y uno deber tratar de ser honesto consigo mismo, tratar de ser honesto y coherente, la foto será enviada desde la meta.

En el camino comienzo a perder impulso, ya me queda poca reserva mental, me la agotan rápidamente los que bajan gritando: vamos, vamos… ya queda poco… no queda nada, dále, dále.

Llego a la meta del “Desafío completo”, definitivamente contrataron a un estudiante en práctica.

En la meta se reparten medallas a todos quienes llegan, previo intercambio del chip de control, y un plato de tallarines, muchos, muchos ciclistas y cuál de todos más feliz.

Después de todo, Farellones es una subida de primera categoría y siempre será un logro realizarla.

Ruteo: El Toyo – 20130825 August 25, 2013

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Foto Grupo

Ultimo domingo de Agosto y realizamos nuestra Clásica El Toyo, uno de los mejores lugares para rutear en nuestra región Metropolitana.

En la foto: Rodrigo, Eduardo O., Alejandro, Catalina, Rodrigo G., Patricio, René, Gabriel y Eduardo.

Pese a lo frío del día nos juntamos 10 pedaleros y disfrutamos de un ruteo suave y conversado, dábamos la bienvenida a dos participantes que se integraron al ruteo: Eduardo y Rodrigo, y como nunca nos fuimos siempre agrupados desde el Punto de Encuentro hasta el Murallón.

Eduardo

En la foto: Eduardo O. (bienvenido al grupo)

Una vez pasamos el Murallón se devuelven nuestros nuevos compañeros Eduardo y Rodrigo, debían cumplir compromisos hogareños, según nos explican muy sentidamente.

Algunos kilómetros después, Eduardo G. sufre un corte en su neumático trasero, no pudimos repararlo y debió devolverse, aprovechándose de la situación Patricio se ofreció de inmediato a acompañarlo en el regreso, motivado por una dolencia en su pierna que le impedía seguir con el grupo. René, docto en estas materias, nos explica que se trata del conocido “tirón argentino” una molestia o dolencia muscular, o de cualquier tipo, que sufre el afectado, pero curiosamente nadie cree.

Pato Rene y GabrielEn la foto: Pato “tirón argentino”, René y Gabriel.

Rodrigo ya iba muy adelante y Alejandro y Catalina también se adelantan, después de despedir a Eduardo y Patricio, continuamos Gabriel A. René y quien escribe, por supuesto quien escribe pedaleaba trabajosamente tras ellos escuchando su animada conversación.

Edy Y Cata

En la foto: Eduardo y Catalina

En el Puente El Toyo, nos esperaban Alejandro y Catalina, Gabriel y René siguen rumbo a San Gabriel los otros tres nos devolvemos a buen rimto.

El día, muy frío, la temperatura se mantuvo porfiadamente alrededor de 10°C en la superficie, pero aparte del desafortunado incidente del neumático de Eduardo y del lamentable “tirón argentino” de Patricio, no sufrimos otros percances.

Registré 66 km en casi 02:33 de pedaleo efectivo.

 

Ale Cata y RodrigoEn la foto: Alejandro, Catalina y Rodrigo G.

Ruteo: La Trampilla 20130804 August 4, 2013

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Gabriel D., Gabriel A., Catalina, Rodrigo y Luis

Gabriel D., Gabriel A., Catalina, Rodrigo y Luis

En este domingo de pedales realizamos la Clásica La Trampilla. Una ruta de 80 km aproximadamente, con dos subidas breves pero exigentes: El Manzano con 2 km de longitud y La Trampilla con 3 km

La asistencia estuvo numerosa y nos reunimos 11 pedaleros en el Punto de Encuentro.

Desordenados como siempre, pero muy animados iniciamos la ruta varios minutos después de las 09:00.

Gabriel D., Eduardo, Gabriel A., Rodrigo, Luis, Patricio y Sandro.

Gabriel D., Eduardo, Gabriel A., Rodrigo, Luis, Patricio y Sandro.

Como ya es costumbre, nos vamos calentando hasta el cruce Lo Pinto, donde nos desviamos hacia la Ruta 5, seguimos por ésta hacia el norte, subiendo El Manzano y luego haciendo meta en La Trampilla, el retorno lo hacemos por la misma ruta, pero entrando a la San Martín por la autopista radial Nororiente.

Afortunadamente no sufrimos ningún incidente y el grupo se mantuvo unido hasta La Trampilla, donde Sandro y Rodrigo alargan el recorrido siguiendo hacia el norte.

Humberto

Humberto

El resto nos devolvimos a buen ritmo con frecuentes relevos en la punta.

Sin contar los ascensos a El Manzano y La Trampilla, el promedio de velocidad registrado fue de 29,8 km/hr, y el pedaleo efectivo fue de casi las tres horas (02:56).

La mañana estuvo fría, muy fría y con nubosidad alta.

Manuel Bajando La Trampilla

Manuel Bajando La Trampilla

 

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Ruteo: Culitrin – 20130728 July 28, 2013

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Culitrin

Culitrin

Hoy nos reunimos siete compañeros para realizar un ruteo por la zona sur-oriente de Santiago. La clásica Culitrin. Un ruta plana y breve.

El tiempo se presentó con nubosidad alta, con una temperatura baja pero sin sensación de frío.

La ruta fue por el Camino Padre Hurtado hasta el sector de Culitrin, donde doblamos hacia la Autopista del Maipo y regresamos por esta última.

Salimos pocos minutos después de las 09:0 desde el PdE para la primera etapa, se observa poco tráfico y pedaleamos agrupados y tranquilos. Registro una buena velocidad promedio por el Camino Padre Hurtado, 30,5 km/hr, aunque debo notar que es fácil ir rápido por esta vía, pues tiene una ligera pendiente negativa, por lo mismo en un par de ocasiones frenamos a Gabriel D. y Manuel que tienden a apurar el ritmo.

Poco menos de una hora nos toma llegar hasta el final, donde se inicia Cuesta Chada, y nosotros doblamos al poniente hacia la autopista, un descanso breve, nos avituallamos, conversamos una que otra broma y seguimos ya emprendiendo el regreso.

La ruta que nos lleva a la autopista discurre por la ladera de los cerros, lo que la hace muy agradable a la vista y con alguna que otra rampa. La hacemos en poco más de quince minutos.

Llegamos a la autopista y nos preparamos para el único tramo exigente del ruteo, casi 24 km de falso plano, pero nos mantenemos agrupados, conteniendo lo más posible a los punteros, el grupo se mantuvo unido casi los 20 km, en ese punto un breve pero decisivo acelerón nos deja atrás a Patricio y a mí, Luis, que venía a la cola, se adelanta y logra pegarse al grupo, me mantengo siempre a unos docientos metros de distancia tratando de darles alcance, pero no lo logro, en los últimos kilómetros se descuelga también Luis, pero dado que no estábamos realmente separados el tiempo de espera en el punto de reagrupamiento no fue excesivo.

Luego en pocos minutos ya estábamos de regreso en el PdE y yo sigo en bicicleta a casa, para el grupo 62,7 km, un ruteo breve desde el punto de vista del volumen, y mirando los datos del pulsómetro debo reconocer que también desde el punto de vista de la intensidad, tal como lo observó Manolo en la Autopista del Maipo.

Respecto de este último punto, el análisis de los datos del ruteo, arroja para mi caso una situación curiosa: mi “rendimiento” baja en la etapa de la autopista, no así el ritmo de mis pulsaciones cardíacas, que suben en un 26%.

Puse rendimiento entre comillas pues lo defino como el cuociente entre la velocidad promedio, y el promedio de ritmo cardíaco.

Rendimiento Camino Padre Hurtado:    30,5 [km/hr] / 117 [PPM] = 0,26

Rendimiento Autopista del Maipo:          28,9 [km/hr] / 148 [PPM] = 0,20

La diferencia es de un 30%,

Me esfuerzo más pero no logro un mejor resultado, materia de estudio para determinar qué es lo que debo mejorar de mi estado físico.

Ruteo: El Toyo – 20130721 July 21, 2013

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Amigas y amigos, la foto de cabecera muestra el paisaje que predominó en el ruteo de hoy, la Clásica El Toyo.

Una mañana fría después de un fuerte chubasco que se dejó caer anoche en la capital, con baja temperatura, por lo que la cordillera amanecía muy nevada como apreciarán en las fotos siguientes.

Salí de casa a las 07:55 con solo 1°C de temperatura, pero bien abrigado no sentía nada de frío, en el cielo las nubes se negaban a dar paso a un sol esplendoroso que finalmente se impondría en medio de un cielo azul, limpio y transparente.

Llego al punto de encuentro a las 08:55 pero éste se encontraba desierto, ya empezaba a despejarse y decido salir justo a las 09:00 para disfrutar del paisaje en un ruteo tranquilo. Envío mi tradicional what’s up para despertar la envidia de mis “viejos” compañeros de curso y empuño mi bicicleta.

Aparecen Jorge y Guillaume, gran compañía, ya no rodaría solo. Salimos de inmediato a la ruta, que se encontraba bastante mojada y con poco tráfico afortunadamente. Decidimos subir por Camino El Volcán, es decir la ribera norte del río Maipo, ruta muy poco recomendable dado que es angosta y el tráfico incesante.

El sol tarda en alumbrar este costado, por lo que la nieve caída la noche anterior aún se mantenía tanto en la berma como en los árboles y techos de las casas. Un espectáculo; en lo personal nunca había rodado en esta zona con esa cantidad de nieve.

En la medida que avanzábamos la cantidad de nieve aumentaba, y poco antes de llegar a Las Lajas dos ciclistas en MTB nos detienen para prevenirnos de lo peligroso del estado del camino ya que en muchos lugares había hielo en la calzada, situación que ya había provocado un accidente automovilístico, con natural prudencia decidimos devolvernos no sin antes dejar un testimonio gráfico.

Guillaume, Roberto y Jorge

Guillaume, Roberto y Jorge

Como pueden apreciar la acumulación de nieve era considerable.

En el regreso tomamos hacia el Camino El Toyo aprovechando que el sol pega de lleno en esa ribera.

Tras El Murallón la señalética vial estaba totalmente nevada.

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Decidimos seguir otros 10 km antes de devolvernos hasta el km 21 de la ruta. Estábamos en la parada y hacen su aparición Gabriel A. y Eduardo, remolones que habían decidido salir más tarde para capear un poco el frío.

Luego de saludarnos y conversar unos momentos me devuelvo, completando 95 km a un ritmo muy tranquilo, pero con las imágenes de un paisaje maravilloso en la retina.

 

Ruteo: Anillo Chicauma – 20130714 July 14, 2013

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Humberto y Rodrigo

Humberto y Rodrigo

Amigas y amigos, ¡Qué buena salida resultó ser la de hoy!

No iba con el mejor de los ánimos, ya que ayer algunos habituales me llamaron para contarme que no salían hoy día, mantenía solo una discreta esperanza de encontrar ruteros en el Punto de Encuentro (PdE), en el peor de los casos una vez más rodaría en solitario, de modo que incluso pensaba en un cambio de ruta.

La ruta de hoy correspondía a la clásica Anillo Chicauma, una ruta mayormente plana, que sumó 85 km, en números enteros.

Salgo de casa a las 08:20, el tiempo suficiente para llegar a la hora, de modo que me voy con tranquilidad, a un par de kilómetros del PdE pasa Humberto en su auto y ya me sube el ánimo, un compañero de rendimiento algo superior al mío, por lo que pensé que tendría un buen ruteo. Llego a la estación de servicio de la autopista San Martín y me encuentro con un nutrido grupo de ciclistas, alrededor de unos 15, pero solo Humberto pertenece a nuestro grupo, le saludo, le comento las deserciones, y mientras se prepara llega Rodrigo, ciclista de toda la vida, con un rendimiento superior, en el plano y en las subidas muestra siempre una enorme capacidad. Testigo de lo anterior son los continuos premios que logra en las clásicas organizadas por el Cicloclub Viña del Mar.

Medio en broma, mucho en serio le pido que no me haga sufrir, “Tranquilo… será solo lo justo y necesario” me contesta.

Salimos a ruta a las 09:11, con calma, conversando los primeros kilómetros, ibamos Rodrigo y yo, y Humberto tras nosotros, una vez en el cruce Lo Pinto, Rodrigo toma la delantera, le sigue Humberto y luego sigo yo, en ese lugar me mantendría prácticamente todo el recorrido.

Efectivamente Rodrigo impone un ritmo intenso, pero solo un poco más de lo que normalmente hago, siento que me exige justo un poco más de lo que puedo dar, cada vez que tiendo a quedarme, me paro en los pedales para alcanzarlos y me pego a la rueda de Humberto.

Realmente debo reconocer la pericia que mostró Rodrigo para liderar el trío y mantenernos siempre unidos a buen ritmo.

Llegamos a la Ruta 5, breve parada técnica y seguimos hacia el norte, en el camino adelantamos unos pocos ciclistas y llegamos a la subida El Manzano, se adelanta Rodrigo, le sigue Humberto y yo quedo unos 150 metros a la cola.

En la subida no me esfuerzo más de la cuenta, y solo trato de que esos 150 metros no aumenten. Luego de la cumbre, una rápida bajada, reagrupamiento en el plano sin distracciones y vuelta a la ruta.

Seguimos hacia el cruce Til Til, entramos siempre liderados por Rodrigo, en fila de a uno, registrando un promedio de 33,9 km/hr, buen promedio, en apenas 17 minutos ya estábamos en Polpaico.

En este camino sufrimos un incidente que afortunadamente no pasó a mayores, enfrentando un lomo de toro, demasiado cerca el uno del otro, Humberto no advierte unos estoperoles, a los que hace el quite arriesgando una caída que milagrosamente no se produce, cuando veo a Humberto haciendo cabriolas entre los estoperoles no me queda otra que seguir derecho y solo atino a pararme en los pedales para aligerar el golpe, ambas ruedas sufren los suyo, pero Mavic se la juega y podemos seguir rodando sin lamentar ni caída ni pinchazo.

En la entrada del camino Chicauma nos detenemos para comer algo, aprovecho de tomar la foto de la crónica, en la que están mis compañeros Rodrigo y Humberto y seguimos hacia Lampa.

No alcanzamos a recorrer mil metros y se nos une un joven rutero, que tras unos minutos para entrar en confianza hace pareja con Rodrigo y apretan el ritmo más allá de lo que Humberto y yo podíamos aguantar, así es que nos quedamos ambos un poco retrasados, hasta que Rodrigo mira hacia atrás y nos espera, justo cuando estábamos nuevamente rodando los tres nos da alcance el grupo de la 5-Norte, más de treinta ciclistas rodando muy por sobre los 30 km/hr, logramos pegarnos a ese grupo y hacemos juntos la segunda mitad del Camino Chicauma, una sensación de desafío, aumentando el esfuerzo para estar en el grupo, pedaleando como salvajes.

Llegamos a Lampa, los tres compañeros nos reunimos para seguir directo a la R-5, mientras los de la 5-Norte se desviaban hacia Batuco.

Rodrigo siguió de líder en el camino Lampa-R5, registro un promedio de 31,6 km/hr, pero el esfuerzo me cuesta, cada kilómetro me cuesta, y solo pensaba en mantener el ritmo de pedaleo, concentrado, sin dar lugar a que el cansancio me diera excusa para descolgarme, a tiempo entramos al sector urbano cercano a la Ruta 5, donde el ritmo disminuye un poco y logro recuperarme.

Una vez en la R5, siento que el pedaleo se relaja un poco, aunque el registro de velocidad muestra 31,4 km/hr.

Finalmente entramos tranquilos a la autopista nororiente, ya faltan solo 6 km para el final y el pedaleo se vuelve definitivamente relajado.

Llegamos al PdE, Humberto y yo agradecemos a Rodrigo la salida, que promedió sus buenos 30,6 km/hr para 84 km de recorrido.

Como dato adicional les puedo comentar que Rodrigo tiene 63 años, Humberto 53 y quien escribe 52. Buen ritmo para estos “veteranos” y que sirva de estímulo para los que aún se preguntan cómo andará su rendimiento con este grupo.

Les deseo una buena semana a todos, y a los chilenos, que aprovechemos este día martes festivo.

Ruteo: Piedra Roja – 20130707 July 7, 2013

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Chicureo desde el Puente Piedra Roja

Chicureo desde el Puente Piedra Roja

Buen ruteo el de hoy, con buena intensidad para mi, que en varios momentos me costó seguir el ritmo de mis compañeros y, como de costumbre, coroné en último lugar la cumbre de Piedra Roja.

Vamos por el principio… a las 08:15 salía de casa, tenía tiempo para llegar bien al Punto de Encuentro (PdE), de modo que me fuí pedaleando tranquilamente.

La mañana estaba fría, pero nada extremo, solo lo esperable para esta época del año, algo de nubosidad que sería derrotada por el sol en el transcurso de la mañana.

Ya en la Autopista San Martín me dan alcance Gabriel A. y Patricio, ambos con una sonrisa de oreja a oreja, decidieron llegar pedaleando al PdE y como niños con zapatos nuevos estaban orgullosos de contabilizar a esa altura poco más de 30 km de pedaleo.

En la partida nos esperaban Gabriel D. y Eduardo, quien, como acostumbra, estaba preparándose con toda la parsimonia que le permitía el saber que lo esperaríamos hasta que estuviese listo.

Entre bromas, calcetín y manguilla, llega Rodrigo. Casi un recto al mentón, me tocaría sufrir.

Con bastante retraso, a eso de las 09:10 vamos saliendo.

La ruta: Salida desde la estación de servicio, por Carretera San Martín hasta cruce Lo Pinto, desde ahí hasta la entrada de Lampa, donde tomábamos hacia Batuco, luego Ruta 5, Radial Nororiente, Chicureo, subida Piedra Roja y regreso directo al PdE.

En la delantera Rodrigo y Gabriel y comienza el ritmo… promediamos 29,4 km/hr en este plano hasta el cruce Lo Pinto (7,9 km). En los últimos kilómetros me toca tirar con Rodrigo y hago de tripas corazón, solo pensaba en resistir y llegar al cruce, donde me refugiaría en la retaguardia.

Llegamos al cruce y doblamos hacia R5, se adelanta Gabriel D. y comienza a darle, afortunadamente esta etapa es un plano en bajada de modo que no tengo problemas en mantenerme en el grupo. Promediamos 33,6 km/hr. Llegamos a la R5 y seguimos, cruzamos el poblado de los primeros kilómetros, con sus lomos de toro y pavimento agrietado, hasta que salimos al tramo interurbano del camino a Lampa, el ritmo sigue bueno, en algún momento estoy en la delantera tirando la formación de a uno, me siento bien, nadie me adelanta y todos siguen mi ritmo, soy un astro, mi velocímetro marca poco más de 31 km/hr, pero cuando pido el relevo pasa Gabriel A. seguido por el resto y suben la velocidad, me paro en los pedales para alcanzar la cola y ahí me pego a ellos, contando los kilómetros para el cruce y esperando que en el camino a Batuco tengamos un respiro.

Esta etapa, desde la R5 al cruce a Batuco, tiene 11,5 km, los hicimos a 32,8 km/hr promedio, y nos demoramos apenas 21 minutos, pero largos y sufridos para mí.

Entramos a Batuco y afortunadamente todos con ganas de recuperar, todos excepto Rodrigo que se adelanta, pero pronto tuvo que disminuir al vernos atrás.

La alimentación sobre los pedales es algo que no puedo hacer, llevo mi sandwich bien envuelto en papel plástico y necesito ambas manos para abrirlo, el resto saca sus barras, plátanos y bolsas de gel y felices se alimentan en ruta. Aparentemente nadie pensaba hacer un alto.

Pese a que disminuimos la velocidad, promediamos 30,1 km/hr, en varios tramos Eduardo me dió un empujón para impedir que me quedara y una vez más logro llegar con el grupo.

Poco antes de llegar a la R5 paramos para “achicar” y algunos se sacan manguillas y perneras y aprovecho esos escasos minutos para darle algunas mascadas a mi tradicional sandwich, mascadas que saboreo con deleite.

Ya en la R5 nos faltaba el tramo de la Nororiente y al entrada a Chicureo, ambos son falso plano y sus buenos 14 km antes de quedar a los pies de Piedra Roja.

Pero llegamos, agrupados y quien escribe tratando de ingresar aire a los pulmones hasta por las orejas, ya en los primeros metros me quedo a la cola pero tratando de ser constante en la subida.

Dividí la cuesta en dos etapas, la primera desde el “plano” hasta el Puente Piedra Roja y la segunda desde el puente hasta la cumbre.

En la primera etapa registro 3,8 km de longitud y pendiente promedio de 7%, nada que envidiar al Tour, excepto porque voy con un 30×25 y promedio pobres 8,5 km/hr. Esta etapa tiene unas pocas zonas en que la pendiente cede y te permite recuperar durante algunas decenas de metros.

Llego al puente y ya desde hace rato no diviso a mis compañeros, marco la etapa en el velocímetro y sigo, a la vuelta tomaré alguna foto me digo, a la salida del puente, la pendiente cede notoriamente durante unos 300 metros, pero justo cuando ya estoy moviendo con ritmo el 16 se presenta la rampa final, así es que a subir piñones nuevamente y seguir dándole los últimos metros.

Para esta segunda etapa registro 2,8 km de longitud y 6,7% de pendiente promedio, logro subir un poco la velocidad a 9,2 km/hr y finalmente demoro casi 45 minutos en coronar la cumbre.

Nos detenemos varios minutos a recapitular el ruteo, conversando casi únicamente de ciclismo, ¿Cómo podría ser de otra forma?.

En el regreso, al cruzar el peaje de la nororiente a Gabriel D. le sobreviene un tirón muscular que nos detiene algunos minutos, afortunadamente el incidente no pasa a mayores y seguimos camino al punto final agrupados y a buen ritmo.

Para el grupo: 87,7 km de recorrido en 03:36 horas de pedaleo efectivo.

Una excelente ruta, que realizamos a buen ritmo y que se incorpora oficialmente a nuestro registro de rutas.

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Un servidor en el Puente Piedra Roja

 

Ruteo: Mall Sport – Piedra Roja 20130616 June 16, 2013

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Piedra Roja

Uno de los principales problemas con que nos encontramos los ciclistas en general es la necesaria variedad en las rutas.

Es así como en la realidad, nuestro grupo, cuenta con cinco caminos principales de los cuales derivamos otras tantas rutas, pero nuestro inventario sigue siendo menos de veinte rutas.

Si a estas veinte le restas aquellas vedadas por la temporada de invierno, quedas en diez o menos rutas.

Lograr la variedad es un desafío.

Hoy descartamos la ruta planificada por factores climáticos. Una decisión que probó ser acertada dado que la neblina en el sector Noviciado era espesa e impedía cualquier ruteo con un mínimo de seguridad.

En su lugar optamos por aceptar la propuesta de Alejandro y hacer una ruta totalmente nueva: Salimos desde Mall Sport, en el sector oriente de la ciudad, seguimos por La Dehesa hacia Pie Andino, sector Huinganal, llegando a Piedra Roja, bajamos a Chicureo, retornamos por Vespucio, tomamos El Salto y subimos por el camino viejo de La Pirámide.

Un ruteo breve, menos de 70 kilómetros para quien escribe, y de intensidad baja, exceptuando las subidas.

De la frase anterior algunos podrían deducir que carece de interés, nada más lejos de mi intención. Al contrario; se trata de un ruteo que agrega variedad a las salidas habituales y que permite combinar buenas subidas con un pedaleo conversado y entretenido.

El día se presentó con nubosidad baja y frío, la noche anterior con neblina incluso en el sector alto de la capital ahuyentó a muchos que tomaron otros rumbos.

Nos reunimos cuatro pedaleros en el Punto de Encuentro, puntuales los cuatro, varios minutos antes de las 09:00 ya estábamos listos para salir, y solo segundos después de las 09:00… “largamos”.

Desde Mall Sport bajamos una cuadra hacia La Dehesa, calle en la que enfilamos hacia el norte, buenos 8 kilómetros, un camino urbano en permanente subida, ancho y con tráfico escaso nos permiten calentar el cuerpo y espantar el frío, el cielo permanecía nublado cuando enfrentamos la subida oriente a Piedra Roja, por Camino Pie Andino, una subida de 5 km que divido en dos etapas: la primera de 1.200 metros con 7,1% de pendiente promedio, una subida fuerte que termina en un plano engañador, piensas que se acabó ya que la nubosidad impide ver hacia arriba, y quedan otros 4,8 km con una pendiente promedio de 4,7%, realizable con tranquilidad y una buena combinación de piñones.

Llegamos a la cumbre de Piedra Roja con un cielo casi despejado, iniciamos el descenso y antes del puente Piedra Roja se observa el valle absolutamente cubierto, como muestra la foto.

Nos envuelve el frío y la neblina, bajamos separados, nos reagrupamos en el plano de Chicureo y seguimos agrupados en la ruta.

Tomamos la autopista San Martín, pero no habíamos circulado un par de kilómetros cuando divisamos a carabineros controlando en la ruta, decidimos devolvernos para seguir por la calle de servicio en lugar de la autopista. Nos llevamos una buena sorpresa al descubrir que esta calle nos lleva tranquilos y con seguridad a la intersección con Vespucio.

En Vespucio seguimos hacia el oriente, hasta Avenida El Salto, donde tomamos camino hacia la subida La Pirámide antigua, una subida de poco más de 3 km, 3,7% de pendiente promedio y muy pero muy agradable, creo que nos pasaron tres autos en la subida, ninguno en la bajada, y pedaleábamos por un camino angosto rodeados de vegetación.

Terminamos esta subida y nos despedimos, Alejandro regresó a su casa por Vespucio y los otros tres subimos el Cerro San Cristóbal para tomar después el centro de la ciudad y retornar a nuestros hogares.

Pocos kilómetros, pero muy buenos, esta ruta hay que inventariarla para aquellos días en los que salimos más tarde o necesitamos hacer recuperación activa.

En lo personal, no puedo dejar de mencionar una doble y agradable sorpresa, mis compañeros Carlos y Gabriel, unos chiquillos, resultan ser ex alumnos del mismo colegio en que estudié mis años mozos y también, ex alumnos de la gloriosa Escuela de Injeniería de la Universidad de Chile. Un abrazo amigos míos.

Nos vemos el próximo domingo para enfrentar la Clásica La Trampilla.

Ruteo: Anillo Cuesta Chacabuco – 20130609 June 9, 2013

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Amigas y amigos, novedades de ruta nos trajo este domingo, que no estuvo exento de situaciones lamentables.

Lo primero, un gran saludo a nuestro amigo Iván, que tras sufrir una caída, a primera vista leve, está con fractura de hombro.

Arriba el ánimo Iván, y esperemos una pronta recuperación (tan pronta como para que permita rutear el próximo domingo).

Lo segundo; el plan de este domingo era el ascenso a Cuesta Chacabuco, una novedad para varios, incluido el que escribe.

Salgo de casa a las 08:30, bastante retrasado, retraso al que se le suma una tupida neblina en el sector nor poniente de Santiago. Llego último al Punto de Encuentro donde ya se encontraban once compañero dispuestos para la batalla

Desde la estación de servicio del km 6,4 de la Autopista San Martín, comenzamos el ruteo a las 09:17, a esa hora la neblina ya se había levantado, buen consuelo para justificar la hora.

En la delantera, Catalina y Gabriel D. apretando el ritmo, tras ellos Humberto y quien escribe, el resto a nuestra rueda, varios quejándose del frío, entre 7 y 8°C en superficie durante el primer tramo que nos lleva a la Ruta 5, la humedad ambiente disminuye la sensación térmica.

Pero con entusiasmo en 30 minutos ya estábamos en la Ruta 5, donde sufrimos el primer pinchazo, Gabriel D. estrenando ruedas. A mi me viene bien un pequeño alto.

Charlando estábamos cuando pasa raudo el primer grupo ciclista de los llamados 5-Norte. Un grupo nutrido, no menos de treinta, que mantiene un ritmo asombroso, en el medio Esteban y algunos otros conocidos.

El pinchazo ya estaba casi resuelto cuando nos pasa el segundo grupo de la 5-Norte, detrás seguimos nosotros. Rodrigo, Sebastián e Iván les dan alcance y siguen adelante.

Volveríamos a reagruparnos al inicio de la subida El Manzano, este repecho de dos mil metros que nos recuerda de qué se trata realmente el ciclismo; de superación, de tesón de no dejarse vencer.

A la bajada de la cuesta nos reagrupamos nuevamente antes de seguir por el camino a Santa Teresa, Rodrigo y Sebastian ya se habían adelantado pues planeaban un ruteo más corto.

Seguimos agrupados, ordenados hacia la Cuesta Chacabuco, un tramo de 16 km, con una pendiente ligera, pero de pavimento rugoso que se califica como “come piernas”.

Tras diez kilómetros aproximadamente, pincha rueda Iván, otro pequeño alivio, pero también otro retraso.

Más o menos en el kilómetro 15 cruzamos un puente, tras el cual enfrentamos un pequeño repecho de unos trecientos metros, pero que una vez superado nos deja en la autopista.

Entre los punteros van Gabriel e Iván, este último parado en los pedales, a rueda del primero, topa su rueda delantera pierde el equilibrio y al suelo… Estas caídas, aunque a baja velocidad, son dolorosas, tu cuerpo cae en caída libre desde más o menos un metro de altura y ojalá caigas de costado para que el resultado sea solo dolor. Iván cayó con su hombro derecho, todo el peso de su cuerpo sobre el hombro, varios minutos de recuperación, y vuelve a subirse a su bicicleta, escoltado por Julio y Humberto, regresa al PdE.

Lo realmente importante (la bicicleta) no sufrió daños.

El resto, quedábamos siete, seguíamos hacia Cuesta Chacabuco.

En mi opinión esta cuesta es realmente hermosa, tiene un trazado de 13 km desde la autopista hasta la cima, los primeros dos mil metros son de bajada y el ascenso tiene una longitud de 11 kilómetros, muy poco más de una hora me tomó su ascenso, orgullosamente en la retaguardia, tenía como norte pillar a José, delante de él Bernardo, luego Gabriel y Eduardo y en la punta Alejandro con Catalina pedaleando sin tregua.

Varios ciclistas también se habían dado cita en esta subida, de modo que subimos siempre acompañados y con muy poco tráfico, unas vistas del valle espectaculares hacia el este y el oeste flanquedo por cerros con grandes rocas en su ladera, como se ve en la foto de cabecera de esta crónica

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Un pavimento excelente

En la segunda mitad encuentro detenidos a Gabriel y Eduardo, esperando que este último se recuperara de un dolor en la espalda. Al pasar sigo con Gabriel y dejamos a Eduardo, avanzamos algunos metros y viene bajando Esteban, pronto Gabriel me deja atrás y tras algunos kilómetros me sobrepasa Eduardo aparentemente repuesto de su dolor.

Faltando unos tres kilómetros para la cima paso a José, sigo a mi ritmo y llego a la cima.

En la cumbre, de derecha a izquierda: Bernardo, Gabriel, Catalina, Eduardo y Roberto

En la cumbre, de derecha a izquierda: Bernardo, Gabriel, Catalina, Eduardo y Roberto

En una primera comparación con La Dormida, de la misma longitud, esta cuesta no se siente tan pesada, en el último ascenso a La Dormida casualmente también demoré una hora dos minutos, y el promedio de pendiente general en LD es 5,7% y en Chacabuco registro 6,1%.

Mi impresión es que la subida de Chacabuco tiene poca variación, y no da tregua, ni siquiera acercándose a la cumbre, en LD en cambio lo realmente duro se encuentra entre los km 6 y 9, luego, desde el km 9 al 11 ya te da un respiro.

En la cumbre nos reagrupamos brevemente, tomamos algunas fotos y emprendemos el regreso.

Habíamos decidido regresar por la Autopista San Martín, confiando en que la fiscalización de carabineros se hubiera relajado, frente a la discutible medida que prohíbe el tránsito de ciclistas por esta carretera.

En el regreso, Bernardo, desgastado y con síntomas de cansancio se mantiene en el grupo frecuentemente apoyado por José, hasta que llegamos a las cercanías de subida Esmeralda y Gabriel sufre el tercer pinchazo de la jornada, son las 13:45, Bernardo sigue adelante y junto a Catalina y Alejandro, dejamos a José con Eduardo apoyando a Gabriel, estos tres andan mejor que yo, así es que en el regreso me habría tocado sufrir demasiado, o volver solo más retrasado.

En la bajada Esmeralda el sino que me persigue, quedo atrás y mis tres compañeros porfiados mil metros adelante, en la práctica regreso solo, recién en el km 5 alcanzo y sobrepaso a Bernardo y pasadas las 15:00 estoy en casa.

Para el grupo: 109 km, 04:34 de pedaleo efectivo.

Un buen ruteo que reunió volumen e intesidad como pocas veces se da.

Cumbre de Cuesta Chacabuco

Cumbre de Cuesta Chacabuco

Ruteo El Toyo – 20130602 June 2, 2013

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Camino a Puente El Toyo

Volvemos a los relatos de ruta… las explicaciones de mi ausencia en el blog aburrirán a cualquiera, así es que mejor vamos a lo que interesa.

Tras una semana de lluvia intensa en nuestra capital la Clásica El Toyo se presta especialmente para un ruteo tranquilo, respirando el aire puro de la cordillera y con un paisaje de los mejores que se pueden encontrar.

Rodamos por la rivera del río Maipo, subiendo y bajando pendientes, haciendo intervalos en forma natural, a nuestro alrededor, los cerros nevados, de fondo la Cordillera de Los Andes, con su manto de nieve blanca, como pocas veces la hemos visto en estos últimos años.

Varios minutos antes de las 09:00 llegaba al punto de encuentro acompañado de Gabriel D., a quien encontré en la ruta un par de kilómetros antes. En el PdE ya estaban listos para salir Patricio, Bernardo y Alejandro, preparándose estaba Eduardo, al filo de la salida entran como campeones Iván y Gabriel A.

Como pocas veces, existe unanimidad en una salida puntual, y a las 09:00 comenzábamos a rodar, en la delantera Alejandro y Bernardo, a buen ritmo, adelantados tranquilamente unos cien metros y sin muestras de aflojar.

Estos primeros kilómetros, antes de llegar a Las Vizcachas, tienen una pendiente que no cede, siempre en subida y con algunas rampas, el grupo tiende a separarse. Una vez en Las Vizcachas, la ruta te da un respiro, mayormente plana y una buena bajada antes de llegar a La Obra.

Al cruzar Las Vizcachas podemos ver una gran cantidad de ciclistas preparándose para la ruta, aflojamos un poco el ritmo para mantenernos unidos y rodamos conversando.

El viento cordillerano se deja sentir, nos acompaña una temperatura fresca, pero no fría, en torno a los 14°C.

El primer desafío es El Murallón, una subida de 700 metros antes de llegar al camino San Juan de Pirque o Ruta G-27. La subida la divido en dos etapas: la primera antes de llegar al puente, 400 metros y 7,3% de pendiente promedio, la segunda, cruzando el puente que, aunque breve, te da un respiro que se agradece, 300 metros y 8,7% de pendiente promedio.

Empalmamos en el km 12 de la G-27 y nos detenemos para agruparnos, a los minutos llega Patricio y seguimos la ruta por el entorno que les relataba al inicio.

Poco más de 21 km nos separan de la meta: Puente El Toyo, y estos 21 km son especiales para desarrollar una buena condición aeróbica, se suceden frecuentemente las rampas y sus bajadas, realmente haces un entrenamiento por intervalos en forma natural.

Gran parte del camino la hacemos en grupo, pero en el último tercio ya nos separamos inevitablemente, aunque menos de mil metros en esta ocasión.

Registro casi una hora en esta etapa.

Llegamos al Puente El Toyo, y Gabriel A. comienza a reunir adeptos para alargar al ruta y seguir hacia Lagunillas, un centro de ski de la zona y que tiene su camino recientemente asfaltado, le apoyan en su idea Iván y Bernardo, casi al final del tiempo de descanso llega Humberto, sufriendo por haber llegado tarde a la salida pero que armado con gran ánimo realizó la etapa en solitario. Los tres valientes siguen a Lagunillas y el resto nos devolvemos.

Usualmente en el camino de vuelta debemos enfrentar viento en contra, y no es poco, nos cuesta y nos frena, pero en esta ocasión nos devolvimos con viento de cola, logrando, en las bajadas, velocidades muy superiores a los 50 km/hr, de hecho, en alrededor de 40 minutos ya estábamos de regreso en El Murallón.

En este regreso nos mantuvimos en general agrupados, a buena velocidad veíamos como decenas de ciclistas nos cruzaban en sentido contrario. El sol ya había hecho su aparición y la temperatura en superficie marcaba alrededor de los 20°C.

Finalmente, y tras una hora diez minutos, regresábamos al PdE, sin incidentes que lamentar.

Para el grupo: 66 km en 02:44 horas de pedaleo efectivo.

Para un servidor: 114 km en 04:45 de pedaleo efectivo.

Les dejo un caluroso saludo y nos vemos el próximo fin de semana para la Clásica Cuesta Chacabuco, no olviden revisar el correcto funcionamiento de los cambios para acometer una subida de 13 km.

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Ruteo: Anillo Chicauma – 20130324 March 24, 2013

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El primer fin de semana de otoño en nuestro Hemisferio Sur, las mañanas y las tardes son más frescas, temperaturas agradables después de un verano de mucho calor.

Además, es Domingo de Ramos, un día especial para la cristiandad, y en el entorno de la Iglesia de Lourdes, ya se acercan los devotos a celebrar la entrada de Jesucristo a Jerusalén.

Clac… suena la cala al calzarse en el pedal izquierdo, son las 08:24 y estoy preparando la partida al punto de encuentro (PdE) para una clásica: Anillo Chicauma. Pulso el botón que da partida al pulsómetro, inicio el Strava en mi teléfono y ya estoy listo.

El día está despejado y hace pocos minutos el sol ha hecho su aparición en la cordillera, me pega de frente en los pocos kilómetros que me tocan de pedaleo al oriente. Poco a poco el calentamiento inicial surte su efecto y se inicia un pedaleo más vigoroso.

Tradicionalmente los ruteos que se inician en la San Martín concitan mayor asistencia, tal vez sea simplemente por costumbre, porque sea más fácil llegar o tal vez porque se extraña mucho esa carretera para practicar nuestros deporte.

Desde hace ya varios meses la fiscalización contra el ciclismo en esa vía se ha vuelto más estricta y junto a otros grupos henos decidido evitarla y crear rutas alternativas.

Pedaleo con ganas… mejor dicho creo pedalear con ganas, ya que los datos posteriores indican un pobre promedio de 26,6 km/hr en esa etapa.

Sin embargo llego casi puntual: a las 09:02 estoy en el PdE… para encontrarme solamente con Bernardo y Alejandro… tres para la ruta, pocos pero qué diablos, peor es rutear solo.

Comenzamos a preguntarnos qué estará pasando con el resto que no llega a las salidas, finalizando el 2012 estábamos saliendo en un grupo de más de diez pedaleros. No encontramos una explicación.

Decidimos salir a las 09:05, en eso aparece Catalina, estrenando un traje del equipo Katusha, con un rojo furioso que le sienta de maravillas. Además nos trae una “buena noticia”; atrás vienen cuatro compañeros más que piden que les esperemos. No hay alternativa, les esperamos, y a los pocos minutos llegan Eduardo, Iván, Luis y Gabriel D., todos en el auto de Eduardo, me entretengo molestándolos y apurándolos. Buenos compañeros son estos que se aguantan mis pesadeces sin mandarme a buena parte.

Finalmente, a las 09:20 estamos iniciando el ruteo. Tomamos la carretera San Martín hacia el norte, los punteros a buen ritmo, los relevos no son frecuentes, y a pesar de todo logramos mantener una conversación.

En el cruce Lo Pinto dejamos la San Martín para llegar a la Ruta 5, en la R-5 seguimos hacia el norte y menos de un kilómetro pasado el cruce Lampa nos adelantan como flechas los punteros del grupo que se junta en Vespucio, llamados “el grupo de la 5 Norte”. Entre ellos va Esteban, que se nos uniría más adelante.

Llegamos al inicio de la subida El Manzano, 2.000 metros con 4,6% de pendiente promedio. Hasta este punto hemos promediado 28 km/hr, buen ritmo.

Ataco la subida con ganas, mantengo el 50 y atrás alterno los piñones subiendo sentado y parado en los pedales, pero a los 1.500 metros las fuerzas comienzan abandonarme y llego a la cima con más voluntad que fuerza. En este punto Catalina nos había avisado que se regresaba, de modo que seguimos los siete restantes.

En el plano a la bajada, un breve descanso y seguimos en la ruta.

Rápidamente llegamos al cruce que lleva hacia Til Til y entramos por ese camino, ya hemos recorrido poco más de la mitad del camino y nos encontramos con Esteban que viene de regreso y se suma al grupo, volvemos a ser ocho.

En esta etapa seguimos con buen ritmo, promediamos 31,8 km/hr y en casi 19 minutos ya estamos entrando al Camino Chicauma hacia Lampa. Un camino que en lo personal me cuesta mucho, en los primeros kilómetros el grupo apreta, me cuesta mantenerme y comienzo a descolgarme lentamente.

Para mí los primeros tres kilómetros son los predictores, si los hago bien, el resto irá bien, si me cuestan, el resto será sufrimiento. A la entrada del camino, luego de unos docientos metros, se inicia una rampa breve y empinada, por algún motivo el grupo suele tomarla con muchas ganas, normalmente me mantengo en el grupo, aunque me cueste, ya que es breve, por lo que basta pararse en los pedales y apretar los dientes, pasan unos 2.000 metros más de falso plano y aparece otra rampa, en curva y no tan empinada. Este es el punto exacto en el que puedo predecir mi desempeño en los próximos 11 kilómetros. Hoy fué mi día de suerte.

Los primeros siete kilómetros de este camino son sufridos. Se alternan las rampas y los falsos planos, pero pasado el cada vez más fétido criadero de cerdos, la pendiente es de bajada. En la punta Esteban alternaba compañeros manteniendo un buen ritmo: 32,2 km/hr para todo el recorrido.

Tras 28 minutos llegamos a Lampa, en esta ocasión me extrañó no ver personas con los ramos ceremoniales en las calles, y eso que tenemos Papa nuevo.

Llegamos a la ruta que nos conduciría de vuelta hacia la R-5, el camino está en regular estado, pero promediamos honorables 31,0 km/hr.

Nos toma 27 minutos recorrer estos 14 kilómetros y ya estamos en la R-5, breve ruteo hasta la Radal Nor Oriente, ruta que tomamos para volver al PdE y en esta etapa me descuelgo del grupo, me mantengo atrás, a unos 500 metros. En el PdE me reuno con ellos, devoro la mitad de sandwich que me quedaba e inicio el regreso a casa.

Para el grupo: 84,7 km de recorrido en 02:52 horas de pedaleo efectivo. En lo personal 119,3 km y 04:14 de pedaleo efectivo.

Llego a casa y termino con una nueva ceremonia en el rito dominical: envio un What’s Up a mis compañeros de curso de colegio, futboleros todos, nada de ciclismo deportivo. Ustedes vieran cómo me reciben cada vez que nos juntamos. Si hasta me creo el cuento de ser un astro durante esas tardes de compañerismo de más de cuarenta años.

Ruteo Til Til – 20121230 December 30, 2012

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2012-12-30 10.41.04

Parte del grupo en la plaza de Til Til

Amigas y amigos, último ruteo del año 2012, un año en el que sumando solo los días domingo hemos hecho varios miles de kilómetros.

En los últimos meses se han dado dos cambios positivos en la rutina del grupo: la hora de salida se ha adelantado a las 08:30 y los ruteos se han alargado para sobrepasar el adorado número de los cien kilómetros.

Y es así como hoy estrenábamos una ruta que es una combinación de otras realizadas con anterioridad.

Brevemente: Punto de partida en la estación de servicio de la Autopista San Martín (km 7), Camino Lo Pinto hasta Ruta 5, Ruta 5 hasta Camino Til Til, Plaza de Til Til, regreso hasta Camino Chicauma, por este camino hasta Lampa, luego por el camino a Batuco, Batuco Ruta 5, Autopista Nororiente y finalmente por la Autopista San Martín hasta regresar al punto de partida.

Para esta ruta registro poco más de 110 km, que todos logramos realizar, y como he escrito previamente, si yo lo hago, cualquiera lo puede hacer.

Nos tocó un día absolutamente veraniego, la temperatura sube bruscamente después de las 10:00, pero a esa hora ya estamos camino a Til Til, en la zona del cruce a cruce a Chicauma. Sin embargo; no quiero adelantarme y voy a partir desde el principio.

Pedaleando hacia el punto de encuentro (PdE) alcanzo a Esteban, que había disminuido su ritmo habitual, justamente para darme tiempo a alcanzarlo, y luego, un par de kilómetros antes del PdE alcanzamos a Manuel y Bernardo.

Llegamos pocos minutos antes de las 08:30 y ya estaban preparados Catalina, Alejandro, Eduardo, Cristían, Iván, Luis, Gabriel D. y Gabriel A., poco después de nosotros llega Pablo, el más joven de nuestros valores.

Tras un recordatorio de la ruta acordada largamos por la autopista San Martín pocos minutos después de las 08:30.

Debido a la prohibición de circulación de ciclistas en esta ruta, rodamos solo unos cuantos kilómetros por ella y tras pasar el cruce con la autopista nororiente bajamos a la calle de servicio o caletera.

El ritmo es muy tranquilo, muy agradable, apenas 26 km/hr de promedio, y llegamos agrupaditos al cruce con el camino Lo Pinto.

En este camino subimos el ritmo, en la delantera están Catalina y Esteban, tras ellos Alejandro y yo, luego nos ceden la delantera y en 10 minutos ya hemos alcanzado la ruta 5.

Enfilamos al norte, ni un ápice del entusiasmo se ha perdido, seguimos agrupados, rodando sobre 30 km/hr y llegamos a la primera y única subida del ruteo: Cuesta El Manzano, el grupo se disgrega y los escaladores sacan a relucir sus dotes, mantengo el 50 y modifico los piñones para mantener el ritmo, las pulsaciones suben lentamente, buen signo, algunos metros por delante tengo a Catalina y Eduardo, a ritmo uniforme. Un ritmo perfecto para darles caza.

Me paro en los pedales, engancho el mítico 15, subo el ritmo y me obligo a mantenerlo. Después de todo es la única subida, los alcanzo y los sobrepaso, hiriendo de gravedad el orgullo de mi compañero Eduardo, quien me lo enrostraría frecuentemente durante el resto del ruteo. Prometió que sería la última vez que lo vencía en El Manzano.

Sin embargo no es mi mejor registro en este ascenso: promedio 18,7 km/hr y 166 PPM, anteriormente he superado los 19 km/hr, pero con un mayor gasto cardiovascular.

Llega el descenso y el agrupamiento, buen momento para comer la primera mitad de mi tradicional panini, o sandwich, como lo conocemos en Chile, me acompañan las bromas habituales de mis compañeros más concientizados por la industria de los alimentos energéticos envasados, pero me mantendré en mis trece: líquidos y solidos preparados por mis propias manos con ingredientes naturales.

Luis haciendo salud con isotónico

Luis haciendo salud con isotónico

Varios minutos le tomó a los últimos llegar al reagrupamiento, pero una vez reunidos y contados, seguimos hacia el camino a Til Til.

El ritmo sube; 33,3 km/hr, y nos acompaña un suave viento de cola. Poco más de 13 minutos y entramos por el camino a Til Til. Bastante agradable estaba también este camino, menos tráfico del habitual y rodábamos a un promedio de 31,5 km/hr.

Cruzábamos Polpaico alrededor de las 10:00, hora en que la temperatura comienza a subir rápidamente, seguimos agrupados y cuando pasábamos por el Cruce Chicauma sufrimos el primer pinchazo, Bernardo resultó ser el afectado y como de costumbre, Gabriel D., comienza a trabajar en el reemplazo de la cámara. Busco un lugar con sombra y me dispongo a comer la segunda mitad de mi panini, me lo devoro en el tiempo casi justo que se demora la reparación, y seguimos rodando.

El ritmo disminuye, aunque no lo noto, en esta etapa registro 26,9 km/hr, y tras casi 24 minutos ya estamos en la plaza de Til Til, un descanso largo, varias fotos grupales en la plaza y volvemos a la ruta.

Pese al viento en contra, el ritmo sube un poco; 28,7 km/hr, pero casi llegando al cruce Chicauma sufrimos un segundo pinchazo, afectando esta vez a Eduardo, nos detenemos para la reparación y mientras nuevamente Gabriel D. hacía el trabajo, Bernardo tiene por segunda vez su rueda desinflada. Y este sería solo el tercer pinchazo.

Catalina y Luis se adelantan por el camino a Chicauma mientras el resto nos quedamos con los afectados.

Al Camino Chicauma le tengo un respeto especial, para mí es una etapa clave en estas clásicas, ya que el grupo suele aumentar la intensidad y me cuesta mucho mantener el ritmo, me preparaba sicológicamente pensando que es solo esta etapa y luego ya es cosa de aguantar y terminar.

No tuve problemas, rodamos agrupados y mantuvimos un promedio de 30,3 km/hr, buen ritmo para una topografía plana, pero que alterna frecuentemente subidas y bajadas. La longitud de esta etapa es 15 km.

Casi finalizando el camino, a menos de un par de kilómetros de Lampa, Eduardo pincha nuevamente, esta vez su rueda trasera, después de los minutos que toma el reemplazo de la cámara seguimos rumbo.

En total fueron cinco pinchazos concentrados en dos personas, si hay una forma rara de terminar el año, es esta.

Un ruteo rápido por Lampa y entramos al camino a Batuco. Breve pero intenso, nuevamente se suceden las rampas, pero el grupo quiere desquitarse de las paradas y rodamos a 37,9 km/hr.

Esta etapa es corta, poco más de 4 km, pero siempre se sube el ritmo, y acá el que se descuelga normalmente se queda solo. Creánme, porque lo digo por experiencia propia.

Llegamos a Batuco en este pueblo hay un gran trecho, calculo que más de mil metros, con el camino destrozado, me imagino que es la etapa previa a la repavimentación.

Cristián va resentido por la intensidad, permanece atrás, algo alejado del grupo, y en esta zona se queda.

Llegamos a la Ruta 5, otra zona de cuidado, los punteros aumentan el ritmo y me concentro en mantenerme de alguna forma con el grupo, 34,5 km/hr es lo que registro como promedio en estos 7 km.

Entramos a la nororiente con el grupo mermado, Catalina y Luis se habían adelantado en Chicauma, atrás quedaban Cristián y Alejandro y Esteban con Bernardo seguían por la Ruta 5.

El regreso por la nororiente es breve, apenas 3 km, pero tal vez por ese mismo motivo comienzan los palos, y cuesta mantenerse porque el tramo es un falso plano.

Pero así es el ciclismo en general. Como dice Tim Krabbé en su libro El Ciclista: “El ciclismo consiste en comer primero el plato de tu compañero antes de empezar el tuyo.”

Manuel e Iván, amistosos, pero no sobre los pedales

Manuel e Iván, amistosos, pero no sobre los pedales

Finalmente entramos a la Autopista San Martín y nos relajamos, queda apenas un par de kilómetros para el punto final y los hacemos “descansando”.

Como escribía al inicio, una buena nueva ruta de 110 km de extensión y totalmente realizable, etapas bien definidas de las cuales ninguna supera los 15 km, un buen aliciente para la mente.

Amigas y amigos, me despido deseándoles unas fiestas en paz y junto a los seres queridos, si por algún motivo estamos alejados de alguno de ellos, pensemos en lo bueno que nos regaló y brindemos por eso.

Esperemos que el 2013 nos traiga muchos kilómetros, que sigamos aprendiendo y que el envejecimiento inevitable se postergue un año más y sigamos rodando con intensidad.

Reparando uno de los pinchazos

Reparando uno de los pinchazos

Ruteo: Noviciado – Til Til 20121202 December 2, 2012

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Este domingo tiene “doble d”, una para Domingo y otra para demoledor: Domingo Demoledor, hasta suena bien como título para ruteos especiales.

El día se inició con una mañana de temperatura muy agradable y un cielo despejado, luego la temperatura subiría rápidamente superando ampliamente los 30 °C en la superficie.

La ruta fue con partida en la estación de servicio del km 7 de la Ruta 68, meta en el pueblo de Til Til, y regreso al PdE por la misma ruta.

Trece pedaleros nos reuníamos poco antes de las 08:30. Al principio todo es fiesta, es temprano y ya nos encontramos en buen número, unos pocos atrasados comienzan a prepararse con rapidez, mientras el resto conversa y comparte.

Alrededor de las 08:45 emprendíamos la ruta tomando la R-68 hacia el poniente. Alrededor de 4 km hasta el cruce hacia El Noviciado, comenzamos fuerte; 30,4 km/hr, usualmente los inicios son más suaves, pero no todos los días son iguales.

Entramos al camino a El Noviciado, un asfalto nuevo entregado recién en Octubre pasado, apenas alcanzo a reflexionar porque el ritmo sigue intenso, subimos el promedio a 30,8 km/hr en los primeros 5 km.

Cruzamos El Noviciado por un bypass, también nuevo, y aumentamos el promedio a 32,9 km/hr, esto promete me digo a mí mismo, la ruta es larga y debo ver forma de aguantar en el regreso.

Llegamos a otro cruce, el cruce a Renca, y seguimos hacia Lampa, a 30,9 km/hr.

Poco menos de quince minutos después ya enfrentamos el camino Lampa-Til Til, un plano con varias rampas de diferente longitud.

Seguimos fuerte hasta que por fin se hacen sentir los gritos por una parada, y paramos, brevemente, pero alcanzamos a recuperar y seguimos sin bajar nuestro ritmo. Este tramo, de 15 km, lo hacemos a 31,7 km/hr.

Llegamos al camino a Til Til, casi 10 km nos separan del pueblo, y seguimos bien, 31,4 km/hr, por lo que llegamos al pueblo en poco más de 18 minutos.

Nos hemos mantenido compactos, aquellos que tenemos menos resistencia nos hemos refugiado en el grupo y los más capaces nos han tirado con bravura, sin misericordia.

En Til Til, Gabriel A. propone hacer “un saludo” a La Dormida y atacar los primeros 4 km de la subida. Todos, excepto yo, aceptan la propuesta y siguen sufriendo un poco más, mientras yo espero su regreso a la entrada de la cuesta.

Luego descansamos y nos avituallamos en las cercanías de la plaza y emprendemos el regreso, viento en contra y agotamiento, registro 29,3 km/hr hasta el cruce con el camino a Lampa.

Entramos a este camino, penúltima etapa dura del ruteo, y en la que tradicionalmente me ha costado mantenerme en el grupo.

Hoy no es la excepción y debo hacer un gran esfuerzo ya que los punteros mantienen la intensidad. Registro 32,6 km/hr; vamos a mayor velocidad que en la ida. Solo debo aguantar y no descolgarme.

Por fin llegamos a Lampa, donde obligatoriamente debemos bajar el ritmo, logro recuperarme y desde ese punto ya no me cuesta mantenerme en el grupo, pese a que en esta etapa incluso aumentamos el promedio de velocidad a 33,8 km/hr.

Finalmente ya estamos de vuelta en la R-68, el regreso es rápido y desordenado, imagino que todos quieren terminar lo antes posible.

Ha sido un buen ruteo, exigente, y uno de los pocos que superan los 100 km. De hecho, incluyendo el “saludo a La Dormida” debe estar alrededor de los 110 km para el grupo.

En lo personal “solo” 130 km y 04:24 horas de pedaleo efectivo.

El próximo sábado es 8 de Diciembre y realizamos el tradicional ruteo a Lo Vásquez. El domingo; la clásica Portillo organizada por el Cicloclub Viña del Mar.

Veremos qué novedades nos aporta ese fin de semana.

Me despido deseándoles una buena semana.

Mapa y datos técnicos en Strava.

Ruteo: Ruta 5 – Rungue 20121125 November 26, 2012

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Aquí estamos nuevamente en un domingo caluroso, preparados para una ruta un poco más larga de lo habitual; 90 km con temperaturas en la superficie que superaron los 30 °C. En peores plazas hemos toreao…

Catorce ruteros nos reunimos en la estación de servicio de la Ruta 57 y a las 09:10 app. emprendíamos nuestro periplo.

Desde el Punto de Encuentro (PdE) rodaríamos hasta el Cruce Lo Pinto para luego tomar Ruta 5 Norte hasta el cruce a Rungue y desde ahí el regreso por la misma ruta.

Un ruteo que de no hacerlo en grupo resulta tedioso por lo poco variado, y la prohibición de circular ciclistas por la R-57 nos impide hacer una modificación que la haga más atractiva.

Sin embargo fue un buen ruteo, un grupo compacto desde el inicio hasta el final.

Nos fuimos tranquilos desde el PdE hasta la subida El Manzano, 23,3 km/hr registro como promedio. En esta cuesta nos da alcance el clásico grupo de ruteros conocido como “5 Norte” y provoca una sana envidia ver como pasan los punteros en la subida superando los 25 km/hr.

Breve reagrupamiento en el plano luego de la bajada y rápidamente cubrimos los 11, 5 km que nos separan del inicio de Cuesta La Trampilla, un “pequeño obstáculo” de 2 km al 4,7% de pendiente promedio, pero el termómetro marca 34 °C en esta zona.

Luego de la cima seguimos otros 3 km hasta el punto de retorno, donde nos detenemos para tomar un breve descanso y alimentarnos.

Al regreso, viento en contra, pero seguíamos compactos a buen ritmo, una rápida bajada de La Trampilla y en el plano un pinchazo de Gabriel D., primera detención, aprovecho de comer la segunda mitad de mi sandwich y seguimos, a pesar del viento, la velocidad promedio aumenta, rodábamos a 30 km/hr de promedio, subimos la vertiente norte de El Manzano y nos reagrupamos en el plano. Faltan tres compañeros, se demoran demasiado como para pensar en un retraso y tras varios intentos de comunicación nos enteramos de un segundo pinchazo, en esta ocasión el afectado fue Eduardo G.

Volvemos al pedal, llegamos al Peaje Lampa sedientos, y aprovechamos de cargar botellas con agua para acometer los últimos kilómetros del ruteo.

Seguimos a buen ritmo hasta el cruce con la Autopista Nororiente, donde volvemos a la R-57 y atacamos con fuerza esos pocos kilómetros.

Volvemos a reagruparnos en la R-57 y seguimos juntos en el retorno al PdE.

Para el grupo: 90 km de recorrido con un promedio de velocidad de 27,7 km/hr que fue de menos a más.

El mapa y la altimetría lo pueden ver en Strava.

 

Ruteo Puente El Toyo – 20121028 October 28, 2012

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Hoy domingo es día de elecciones municipales en Chile. Se eligen los alcaldes de las comunas de nuestro país.

Existen algunas medidas especiales, como la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas, el cierre de las calles aledañas a los locales de votación y otras que no recuerdo, aparte de eso, es un día festivo más.

Me preparo para uno de los ruteos clásicos de nuestro calendario: Puente El Toyo, una de las mejores rutas por nuestra zona, si es que no la mejor, el aire puro del sector precordillerano, caminos tranquilos y un recorrido que alterna subidas y bajadas propiciando un entrenamiento por intervalos de forma natural.

Nos juntamos ocho ruteros en el punto de encuentro y a eso de las 09:14 comenzábamos a pedalear, tranquilamente los primeros kilómetros hasta llegar al Club de Campo Las Vizcachas, atrás dejábamos a Patricio y Eduardo que reclamaban agotamiento tras haber subido Farellones ayer sábado, otra ruta con un entorno espectacular, aunque bastante más dificil ya que subes a un centro de esquí y el desnivel es 2.800 metros.

Por su parte, Rodrigo y Carlos se adelantan pensando en alargar un poco más el recorrido y hacen meta en San Alfonso.

Una vez pasado el murallón seguimos Humberto, Alejandro, Catalina y quien escribe.

Catalina, aunque afectada por una sinusitis, mantiene la delantera, algunos metros detrás de ella sigo con Humberto y Alejandro un poco más atrás.

En esta etapa nos separamos de acuerdo al ritmo de cada uno, pero mantenemos el contacto visual.

Llegamos a la meta, 21 km que hacemos en poco más de 50 minutos.

Descansamos, comemos y emprendemos el regreso, casi justo al iniciar el regreso nos encontramos con Patricio y Eduardo, y se devuelven con nosotros.

Aún no habíamos pedaleado 5 km y nos dan alcance Carlos y Rodrigo, volvemos a ser ocho.

Carlos y Rodrigo pedalean adelantados y Catalina con Humberto tiran al resto de nosotros. Bastante viento en contra, pero las ganas y el empuje nos dan energía; los mismos 21 km de regreso los hacemos en poco más de 44 minutos.

Bajamos el murallón y de regreso en la ruta principal ruteamos separados, me quedo atrás junto con Alejandro y Patricio, llegamos al Punto de Encuentro y continúo mi camino a casa.

El total para el grupo son 66 kilómetros, pocos pero exigentes, y en lo personal 117 km, 04:25 de pedaleo efectivo.

Ruteo La Trampilla – 20120930 September 30, 2012

Posted by roberto in Salidas en Santiago.
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Hoy domingo, pese a que el día amaneció frío y nublado, nos reunimos trece pedaleros para dar fiel cumplimiento a nuestro ritual de fin de semana.

La clásica Cuesta La Trampilla daba fin al calendario de Septiembre.

Bastante remolones, preocupados por el frío, iniciamos el ruteo a eso de las 09:15, desde el km 7 de la carretera General San Martin hasta Lo Pinto, donde enfilamos a la Ruta 5, luego fuerte y derecho hasta la primera cuesta: El Manzano, y luego por el plano hasta cuesta La Trampilla, 3.700 metros de subida, muy similar a El Manzano, pero casi el doble de longitud.

A la bajada, reagrupación en el plano, y de vuelta al punto de encuentro, desafiando un fuerte viento sur, que logramos vencer gracias a los relevos frecuentes y a mantener un grupo compacto.

Poco más de 81 km fue el recorrido para el grupo, que se hicieron en casi 3 horas.

A tener ojo con Luis que está recuperando la forma de una manera impresionante, si mi amigo baja de peso comenzará a ocupar las primeras posiciones sin problemas. Nuevamente se nos unió Carlos, un joven valor colombiano, dispuesto a sacarnos trote.

La imagen de cabecera corresponde a un perfil de la ruta realizada y a continuación les dejo el mapa de la misma. Ambos fueron realizados a través de la aplicación Strava, registrando los datos en tiempo real con la aplicación instalada en un celular Android.