Vacaciones 2013 – Tafí del Valle

Día 6 – Jueves 10

Tafí del Valle – Salta (la linda)

Alrededor de las 10:00 dejábamos Tafí del Valle, un lugar recomendable para visitar, evitando así el tórrido clima de Tucumán.

Al salir de Tafí, te toca otra subida larga, y solo en esta zona nos encontramos con un camino en mal estado, sin hoyos, pero lleno de los parches que los tapaban, aunque como la velocidad es baja, no causan mayor problema.

Así es como llegamos a Amaicha del Valle y su espectacular museo de la Pachamama, una ruta muy turística con varios pueblos típicos y las famosas ruinas de Quilmes en los alrededores.

Muchos chicos haciendo dedo, y un camino lleno de “bádenes” que en este caso eran como toboganes de un parque de entretenciones.

Saliendo de Amaicha del Valle, entroncamos la R-40. Foto obligatoria.

Llegamos a Cafayate, cerca de la hora de almuerzo y almorzamos sabroso y bien atendidos en un restaurant frente al terminal de buses. Después del almuerzo postre de helado y café en la plaza de la ciudad.

Visitamos una de las viñas más famosas: Domingo Hermanos, nada diferente de lo que conocemos en Chile y el vino a precio de turistas, es decir caro. Mas no fue una visita perdida: a la salida de la viña compré una panera para la furgo, delicadamente tejida en fibra vegetal y de tamaño adecuado.

Seguíamos rumbo a Salta por la R-40, tomamos la R-68 y transitamos por la Quebrada de las Conchas, un recorrido magnífico, hermoso, atravesando un cajón en medio de cerros del color de la arcilla con la naturaleza verde en vivo contraste.

Es un lugar con muchos sectores para detenerse y observar el paisaje majestuoso. Nosotros hicimos un alto en El Anfiteatro, una construcción natural hecha por el viento durante el transcurso de… ¡¡¡90 millones de años!!!, una grieta en medio de la montaña, donde se produce un eco que eriza los pelos. Según la historia es un lugar sagrado en el que los suri diaguitas realizaban sus ceremonias a la Pachamama. Este es uno de los lugares que Rolo nos recomendó como imperdible.

Seguimos recorriendo La Quebrada de Las Conchas, en medio de un paisaje que recrea la vista, con un clima adecuado, se podría conducir durante horas por una zona como esta.

Finalizada la ruta anterior, se termina el recorrido por la quebrada y la R-68 comienza a llenarse de pueblos y tráfico.

A las 19:05 entramos a Salta, en busca, como pueden adivinar, de la oficina de turismo, apoyados por un peqeuño plano de la ciudad tuvimos la suerte de estacionar a escasos metros de la oficina, donde nos informamos y decidimos quedarnos en San Lorenzo, en el camping de los pensionados.

San Lorenzo es un suburbio de Salta, de estrato medio alto, muy bonito y seguro. El Camping muy bueno y recomendable, árboles que dan buena sombra a los sitios, pasto en todos el lugar, quinchos, luz eléctrica para cada sitio y acampantes con cultura campista.

Cerca del camping se ubica un almacén con una señora que cocina humitas y tamales para llevar, compramos de ambos para cenar, dato curioso es que las humitas contenían queso, pero ambos productos muy sabrosos. ¿Y el precio? se preguntan ustedes: ar$ 6, es decir cl$ 420, menos de la mitad de lo que te cuestan en Chile.